Viaje virtual a Gruta Azul, Capri, Italia.

La Gruta Azul (Grotta Azzurra) es una notable cueva marina de la costa de la isla de Capri, en Italia. En el interior de la gruta, el mar parece estar iluminado por debajo del agua. Se trata de un magnífico color azul, de ahí su nombre. Esto se debe a otra apertura en la gruta, completamente sumergida y situada en la parte inferior de piedra caliza. Permita la entrada de la luz del sol iluminando el agua desde abajo. La calidad y la naturaleza del color está determinada por las condiciones de iluminación particular.

Es la atracción más famosa de Capri. De todo el mundo acuden a verla, aunque sea por unos minutos. Largas filas se forman en su entrada. La Gruta Azul tiene 25 metros de ancho y 60 metros de largo con una entrada de menos de un metro de altura. Para entrar, debes tumbarte en el fondo de un bote de remos que se desliza a través del pequeño arco.

Durante el período de invierno (de noviembre a finales de marzo), la Gruta Azul generalmente está cerrada debido al viento y al mar agitado que hace que la entrada sea imposible. En caso de condiciones climáticas favorables (buen clima, mar en calma y sin viento) es posible visitar la Cueva, generalmente solo por la mañana.

En la época romana, la gruta era el pozo de baño personal del emperador Tiberio. En esa época, la gruta estaba decorada con varias estatuas, así como áreas de descanso alrededor del borde de la cueva.

La gruta fue redescubierta por el mundo exterior en 1926 por el poeta alemán August Kopisch, quien escribió sobre ella en su libro Entdeckung der Blauen Grotte. La noticia se difundió rápidamente, y Capri y la gruta se convirtieron en parte del Grand Tour de la época victoriana. Ha sido descrito por algunos de los mejores escritores de viajes de la época. No ha cambiado mucho desde la visita de Mark Twain en 1869, registrada en Innocent's Abroad, donde relata:

“Las aguas de este plácido lago subterráneo son el azul más brillante y hermoso que se puede imaginar. Son tan transparentes como el vidrio plano, y su coloración avergonzaría al cielo más rico que se haya inclinado sobre Italia. Ningún tinte podría ser más deslumbrante, ningún lustre más soberbio. Lanza una piedra en el agua, y la miríada de burbujas diminutas que se crean emiten un resplandor brillante como los fuegos teatrales azules. Sumerge un remo, y su hoja se convierte en espléndida plata esmerilada, teñida de azul. Deja que un hombre salte, e instantáneamente se ve envuelto en una armadura más hermosa que la que jamás había usado el Crusader real.”

Definitivamente una experiencia mágica para probar al menos una vez en la vida.